En la reunión anual de la Asociación Europea de Urología llevado a cabo en París entre el 5 y el 8 de Abril de 2006 se presentaron 10 estudios sobre los resultados del Láser KTP en pacientes con Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

Ruszat de Basilea (Suiza) analizó 285 pacientes operados con Láser KTP entre Setiembre de 2002 y Octubre de 2005. El volumen medio de la próstata fue de 57 grs (10-180 grs). En ningún caso se observó sangrado importante ni requirieron transfusión sanguínea. Los síntomas mejoraron 69% a los 24 meses y el flujo máximo se incrementó entre 153 y 165%.
Los pacientes menores de 60 años aumentaron mas la fuerza de la micción que los mayores de 75 años. Como complicaciones se observó: síntomas miccionales irritativos en 7% de los casos, infección de orina en 6%, incontinencia de orina transitoria en 2%, retención de orina transitoria (2-3 días) en 10% de los casos. En 12% de los casos se dio el alta con sonda vesical que se retiró los pocos días. En 6% de los casos se observó estenosis de uretra que requirió cirugía y en 3.5% de los casos se debió realizar otra operación por persistir obstrucción (4 láser y 6 RTU).

Los autores concluyen que el láser KTP es un tratamiento seguro y efectivo en pacientes con HBP y que los resultados se mantenían a los 2 años de la operación.

Krishnamoorthy de Londres valoró 71 pacientes con próstatas mayores de 100 gramos (entre 100 y 300 grs) tratados con láser KTP por adenoma de próstata. En la mayoría de los casos el ingreso fue de 24 horas. En dos casos se debió realizar un nuevo láser a los 16 y 20 meses respectivamente.

Se observó una mejoría significativa en los síntomas urinarios, en la calidad de vida y en la fuerza con la que los pacientes orinaban.
Los pacientes concluyen que el KTP es una muy buena opción terapéutica en pacientes con próstatas muy voluminosas que de otra manera debería ser tratados con cirugía abierta.

Park de Seúl (Corea del Sur) comparó los resultados de pacientes tratados con láser KTP y pacientes tratados con RTU (cirugía convencional).

Aunque los resultados son comparables en cuanto a la efectividad del tratamiento en lo que respecta a disminución de los síntomas, fuerza de chorro miccional y presencia de orina residual después de la micción, el tiempo ingresado y la necesidad de sonda vesical fue significativamente menor en los pacientes operados con láser KTP.

Bachmann de Basilea (Suiza) también compararon los resultados del láser KTP (147 casos) y la RTU (87 casos) en pacientes con crecimiento prostático benigno. Los resultados fueron comparables con las dos técnicas aunque las complicaciones fueron mas frecuentes en los tratados con la cirugía convencional (RTU): sangrado en 13% de los pacientes, 3,4% presentaron perforación de la cápsula prostática, 3,4% requirieron transfusión de sangre y 2,3% necesitaron una operación de urgencias por sangrado. En 8,2% de los tratados con láser KTP y 3,4% de los tratados con RTU se necesitó una nueva operación por persistencia de los síntomas urinarios.

Arum de Noruega trataron con láser KTP 150 pacientes con edades comprendidas entre 51 y 92 años. En 83 casos se utilizó anestesia local (infiltración periprostática con bupivacaína) y sedación ligera. En ningún caso se debióreconvertir a anestesia general y el tiempo de internación fue de 8 horas. A los 12 meses de la intervención los síntomas urinarios, la calidad de vida y la fuerza del chorro de la orina habían mejorado significativamente.

Ruszat de Basilea (Suiza) comparó los costes del tratamiento con láser KTP y con la cirugía convencional (RTU) observando que eran similares ya que el elevado coste de la fibra del láser se compensaba con el menor tiempo de ingreso y la menor incidencia de complicaciones y la menor necesidad de transfusiones.

Karatas de Turquía analizó la repercusión del tratamiento con láser KTP en la sexualidad de los pacientes, sin poder demostrar deterioro en la erección tras el tratamiento con láser. Por el contrario, después del tratamiento con láser KTP, la incidencia de disfunción eréctil severa que antes del tratamiento era de 16%, tras el tratamiento era de 6%. La disfunción eréctil moderada se observó en 24% de los casos antes del tratamiento con láser KTP y en 8% de los casos luego del tratamiento. En 29% de los casos se observó disfunción eréctil leve antes del láser mientras que luego del tratamiento era de 12%. No se observó disfunción eréctil en 3.5% de los casos antes del tratamiento y en 12% de los casos luego del tratamiento.

Los autores concluyen que el tratamiento con láser KTP no solo no afecta negativamente la función eréctil de los pacientes, sino que en muchos casos se observó una mejoría significativa de la misma luego del tratamiento.

Bachman de Basilea (Suiza) presentaron los resultados de la función eréctil en pacientes tratados con láser KTP y concluyeron que tras 12 meses de tratamiento, no se observó un aumento en el porcentaje de pacientes con dicha disfunción eréctil.

Ruszat de Basilea (Suiza) compararon los resultado de 38 pacientes mayores de 80 años y 145 pacientes menores de 80 años tratados todos con láser KTP por crecimiento prostático benigno. Los resultados fueron similares en cuanto a la eficacia y seguridad del tratamiento. Las diferencia observadas fueron en lo que respecta al porcentaje de pacientes con sonda vesical antes de la intervención 32% en los menores de 80 años frente a 61% de los mayores de 80 años. En el momento del alta 10% de los casos. menores de 80 años y 16% de los mayores de 80 años debieron marchar con sonda vesical que se retiró a los pocos días.
Los autores concluyen que el láser KTP es un tratamiento seguro y efectivo en pacientes mayores de 80 años y que los resultados fueron comparables a los observados en pacientes de menor edad.

Han de Seúl (Corea del Sur) trataron 104 pacientes y los controlaron al menos durante 6 meses. El 81% de los pacientes pudieron marchar a su casa el mismo día de la intervención. La sonda vesical se mantuvo una media de 1,13 días después de la intervención. Los síntomas miccionales mejoraron de forma significativa lo mismo que la fuerza del chorro. En ningún paciente se requirió transfusión de sangre ni presentó sangrado importante. En dos casos se debió realizar una nueva intervención por estenosis de cuello vesical.

Todos estos estudios refuerzan los conocimientos que se tenían previamente en lo que respecta a los beneficios del tratamiento con láser KTP en pacientes con crecimiento prostático benigno. Además en el momento actual, los estudios nos informan que los buenos resultados se mantienen tras más de dos años de tratamiento.

En este Congreso se presentan los primeros estudios que muestran que el tratamiento con láser KTP no afecta la función eréctil de los pacientes e incluso en uno de los estudios los autores concluyen que el tratamiento con láser KTP había mejorado significativamente la función eréctil a los 12 meses de la intervención.